CARTA DE UN INDIO SALVAJE

La carta de un indio salvaje es un mensaje dirigido al Jefe de Washington en la época de la expansión estadounidense y el exterminio de los pueblos indios para configurar una red de comunicación para el incremento de las actividades económicas como la producción y el comercio.

Esta carta es el sentir de un Pueblo hacia la incomprensión de la conciencia del hombre blanco, a su egoísmo, a su altanería, a su modo de vida y a su sentido de dominio. A pesar de que la expansión estadounidense comenzó prácticamente desde el siglo XVIII, podemos observar que los patrones siguen siendo muy similares a la actualidad y que la mentalidad del hombre blanco se ha expandido y configurado un nuevo mundo de consumismo y banalidad, en donde lo más importante es comprar para obtener un estatus social y así conseguir la tan anhelada felicidad.

Sin embargo, para las antiguas culturas que habitaron lo que hoy es territorio estadounidense y territorio mexicano, existía una conexión con la Tierra, nosotros éramos la vida. La felicidad era parte de nosotros porque pertenecíamos a la misma fuerza creadora.

Para los antiguos pueblos lo que verdaderamente importaba era la conexión con la naturaleza y con el ciclo de la vida, somos parte del Todo.

“Tenéis que saber que cada trozo de esta tierra es sagrada para mi Pueblo, la hoja verde, la playa arenosa, la niebla e el bosque, el amanecer entre los árboles, los pardos insectos, son sagradas experiencias y memorias de mi pueblo. Los muertos del hombre Blanco olvidan su tierra cuando comienzan el viaje a través de las estrellas, nuestros muertos en cambio, nunca se alejan de la tierra que es la madre, somos una parte de ella y la flor perfumada del cielo o el caballo, o el águila majestuosa son nuestros hermanos, todos pertenecemos a la misma familia […]”

Nuestros antepasados, desde pequeños, tenían una formación espiritual, poseían un aprendizaje del Cosmos, eran observadores, desarrollaban sus sentidos, poseían un cuerpo ágil equilibrado y armonioso. La pregunta es ¿en qué momento se perdió todo este estilo de vida?, ¿por qué hemos cambiado tanto? ¿por qué nuestra razón de ser se debe a comprar más?, ¿por qué no somos felices?.

Las respuestas a todas estas preguntas son: por la falta de conciencia de nosotros mismos, de lo qué somos y hacia donde nos dirigimos. Retomemos la mentalidad de conexión con el Todo, descubramos el verdadero amor y apliquemos el servicio al prójimo en nuestra vida diaria, sintámonos parte de nuestra Madre Tierra y enfoquemos nuestros talentos en la evolución y la conciencia.

Apliquemos en nuestra vida toda esta concepción del mundo y compartamos nuestra enseñanza con los demás y así formar una cadena de conciencia, paz y armonía. La carta de un indio salvaje es un mensaje al mundo para latir a la misma frecuencia que la Tierra, valorar  respetarla, ya que “si los hombres escupen en el suelo, se escupen a sí mismos”

La felicidad radica en nivelar nuestra energía, en entender que estamos vivos, en conocernos a nosotros mismo, en compartir, en valorar las cosas, en ser agradecidos y humildes, en buscar el servicio, en ser eficientes, en entender que la vida es más que el consumo, la vida radica en sentirse parte del mundo.

aquí les dejamos el audio.

CORTESIA DE NUESTRA AMIGA JESSICA RAMOS ADONAI.