Todos los días nos despertamos y nos integramos a la rutina diaria, pero no siempre agradecemos a las pequeñas cosas que nos facilitan el existir, el ejercicio siguiente es para despertar un poco de conciencia y agradecimiento.
Coloquemonos sentados u acostados, en la posición en la que nos sintamos mas cómodos, relajemos nuestros músculos con un ejercicio de respiración profunda, mantenemos los ojos abiertos y dediquemos unos minutos para contemplar las cosas que nos rodean, no importa en donde nos encontremos, tratemos de memorizar cada detalle. Posterior a esto, cerremos los ojos manteniendo la imagen del exterior en nuestra mente, ya que tengamos la imagen detallada, comencemos por desaparecer de la imagen los accesorios de la habitación, dejemos únicamente los muebles, ya que lo hayamos hecho, continuemos con desaparecer los muebles, quedándonos en una habitación completamente sola, posterior a eso prosigamos con desaparecer la construcción donde nos encontremos, visualicemos el terreno, y los edificios o construcciones aledañas, prosigamos con eliminar de la imagen, todas las construcciones, quedándonos con la imagen de lo que fue antes de que el hombre construyera en ese lugar, ahora con esta imagen, prosigamos a desaparecer la tierra, ahora nos encontramos suspendidos en el espacio, visualicemos la luna, el sol los planetas el sistema solar. Borra la imagen y quédate con las galaxias y constelaciones, contemplemos por un segundo y posteriormente eliminemos, quedémonos en la absoluta nada.

Realiza este ejercicio cada que puedas, es importante agradecer y ser consciente del lugar que ocupamos en este universo y dimensión. Adonai.
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